Queremos dar las gracias con la publicación de la última entrevista de este curso a todos los exmarineros, exalmirantes y marineros que nos han contestado, que nos han regalado su tiempo aceptando nuestra invitación. Sin excepciones. ¡Muchísimas gracias a todos!
Queremos dar las gracias también a todo el almirantazgo, porque en ninguna de las entrevistas que les hemos enviado tal y cómo nos llegan, nadie ha negado el permiso para su publicación, se hablara de ellos en el apartado de virtudes pedagógicas o en el de defectos. Unos contestan con un escueto OK, otros con un “claro, saludos” otros “que sí pesados”, otros se explayan más. Con muy pocos no hemos podido ponernos en contacto porque ya no están en el océano y el criterio ha sido dejar sus nombres si hablaban de virtudes o quitarlos.
Al principio, pedíamos expresamente a todos los exmarineros que en esa segunda parte no nos dieran nombres y en las primeras entrevistas, si alguno nombraba alguno, le pedíamos la sustitución del nombre por “un almirante de tal materia”. A partir de la tercera o cuarta entrevista nos dimos cuenta que el almirantazgo aceptaba la crítica y lamentaban sinceramente si alguien en concreto lo había vivido como una mala experiencia; es más, nos aconsejaban que fuéramos coherentes con las preguntas que hacíamos y que se publicara sin censura siempre y cuando fuera respetuosa.
Muchas, muchas gracias a todos y todas. Y para ilustrar esa predisposición general del almirantazgo, en esta última entrevista vamos a publicar algunas de sus respuestas.
Podéis leerlas tras las respuestas de Sara Pardo:
Queremos dar las gracias también a todo el almirantazgo, porque en ninguna de las entrevistas que les hemos enviado tal y cómo nos llegan, nadie ha negado el permiso para su publicación, se hablara de ellos en el apartado de virtudes pedagógicas o en el de defectos. Unos contestan con un escueto OK, otros con un “claro, saludos” otros “que sí pesados”, otros se explayan más. Con muy pocos no hemos podido ponernos en contacto porque ya no están en el océano y el criterio ha sido dejar sus nombres si hablaban de virtudes o quitarlos.
Al principio, pedíamos expresamente a todos los exmarineros que en esa segunda parte no nos dieran nombres y en las primeras entrevistas, si alguno nombraba alguno, le pedíamos la sustitución del nombre por “un almirante de tal materia”. A partir de la tercera o cuarta entrevista nos dimos cuenta que el almirantazgo aceptaba la crítica y lamentaban sinceramente si alguien en concreto lo había vivido como una mala experiencia; es más, nos aconsejaban que fuéramos coherentes con las preguntas que hacíamos y que se publicara sin censura siempre y cuando fuera respetuosa.
Muchas, muchas gracias a todos y todas. Y para ilustrar esa predisposición general del almirantazgo, en esta última entrevista vamos a publicar algunas de sus respuestas.
Podéis leerlas tras las respuestas de Sara Pardo:
¡Saludos grumetes!
Soy Sara Pardo y acabé el instituto en 2004. Me gustó navegar, unas veces con rumbo y otras a la deriva, y me decanté por Ingeniería de Telecomunicación para mi periplo universitario.
¿Qué mejores recuerdos tienes del insti?
Buff… ¡qué pregunta tan difícil! Tengo muchísimos recuerdos de mis seis años en el instituto. Los primeros días de 1º ESO, cruzábamos desde San Juan de la Peña (donde estábamos por la falta de espacio en el insti) muertos de miedo, mientras alumnos de bachillerato nos preguntaban dónde teníamos el chupete y enrollaban el felpudo para que tropezáramos. En 2º y 3º, éramos un grupo de amigos muy majo y recuerdo con cariño infinidad de anécdotas como el recorrido en bici por el Delta del Ebro y el día en Port Aventura. De 4º y bachillerato destacaría mil cosas: la semana azul en Murcia, las jornadas (Irán y Dinamarca, ¡qué vergüenza pasé presentando “Italiano para principiantes” en el Palacio de Congresos!), el sentimiento de que tanto tiempo en un sitio te hace sentir parte de él… Y, por supuesto, O Choben. Disfruté colaborando con el periódico en su momento y he de confesar que el día que descubrí este blog, ¡¡¡casi muero de la envidia!!!
¿Cuáles fueron tus tres mejores profes y por qué, qué cualidades tenían?
Tengo buenos recuerdos de muchísimos profesores y asignaturas. Ahora me vienen a la mente: Don Felipe, Don José (sí, nosotros aún les llamábamos “dones”), Guillermo y el santoral francés, Quique, Concha y la literatura, Jesús Ezquerra y aquellos debates tan peculiares, Carlos Castellar con los equilibrios y masajes, Germán, Pilar Ferrer y las ecuaciones que no entendía nadie en 3º, Nieves Portas “tirando siempre del carro” del que no tirábamos nosotros,…
Quizás por estudiar Teleco, estos años he pensado mucho en las clases de Javier Lafalla (primer contacto con las ondas y el electromagnetismo); o Alberto Lalaguna que me dio las últimas matemáticas (primeras integrales de mi vida a las que han seguido cosas rarísimas) y despertó mi interés por el mundo de la telemática o la programación en la optativa de informática.
Y si recuerdo a alguien con cariño, es a Lola. Por muchísimas cosas. Pensé mil veces en pasarme por el instituto posteriormente y hacerle una visita pero, debido a mi estúpida vergüenza primero, y al paso del tiempo después, no lo he hecho. Aprovecho esta oportunidad para disculparme con ella.
¿Qué defectos tenían los peores?
Ha debido pasar mucho tiempo desde que estuve en el instituto y lo he debido olvidar, porque la verdad es que no recuerdo nada negativo en este momento :)
¿Cuáles fueron las anécdotas más surrealistas?
Una de las cosas más surrealistas fue cuando vino el jefe de estudios (Laborda) a gritarnos porque un compañero había lanzado un diccionario por la ventana del aula y le había dado a una señora que, bien se valió, iba con un paraguas que le protegió del golpe.
¿Qué hacéis y cómo os va fuera de aquí? ¿Os sentís bien preparados o estafados?
Yo sí que me sentí bien preparada cuando llegué a la universidad.
Al venir a otra comunidad autónoma (Universidad Pública de Navarra), noté pequeñas diferencias en matemáticas ya que para selectividad habían dado algunas cosas que para mí eran nuevas (supongo que yo en cambio di otras que ellos no sabían). Sin embargo, esto no supuso un problema en la mayoría de los casos. He encontrado las mismas dificultades en asignaturas de física que la gente que provenía de otros institutos, por el gran nivel de abstracción necesario para comprenderlas completamente. Puedo estar equivocada, pero creo que, en mi caso, las trabas que he tenido se deben a la dificultad intrínseca de la carrera y no a una mala preparación previa.
Además, me he sentido muy orgullosa cuando veía a mis compañeras de arquitectura pelearse con ejercicios de geometría que yo, gracias a lo que aprendí de diédrico, aún sabría hacer más o menos. O me gustaba ayudar a mi hermano menor a analizar las oraciones de lengua porque recordar algo que automaticé pero no utilizo actualmente me supone un reto y una manera de ejercitar la mente.
Los conocimientos del instituto sólo me sirvieron académicamente para los primeros dos años de carrera. Sin embargo, creo que son los años en los que nos formamos como personas y pienso que adquirimos una base de la cultura general que tendremos el resto de nuestras vidas. Todos hemos pasado por esas clases que te pueden parecer infumables, marinero. Pero yo, a veces, querría volver atrás y que me explicaran de nuevo cosas que, por mis intereses actuales, he dejado de lado como la genética, la geología, o algunos períodos de la historia. Así, que aprovechad la vida del instituto al máximo e intentad disfrutar de las clases, que seguramente os servirán para mucho en un futuro.
Soy Sara Pardo y acabé el instituto en 2004. Me gustó navegar, unas veces con rumbo y otras a la deriva, y me decanté por Ingeniería de Telecomunicación para mi periplo universitario.
¿Qué mejores recuerdos tienes del insti?
Buff… ¡qué pregunta tan difícil! Tengo muchísimos recuerdos de mis seis años en el instituto. Los primeros días de 1º ESO, cruzábamos desde San Juan de la Peña (donde estábamos por la falta de espacio en el insti) muertos de miedo, mientras alumnos de bachillerato nos preguntaban dónde teníamos el chupete y enrollaban el felpudo para que tropezáramos. En 2º y 3º, éramos un grupo de amigos muy majo y recuerdo con cariño infinidad de anécdotas como el recorrido en bici por el Delta del Ebro y el día en Port Aventura. De 4º y bachillerato destacaría mil cosas: la semana azul en Murcia, las jornadas (Irán y Dinamarca, ¡qué vergüenza pasé presentando “Italiano para principiantes” en el Palacio de Congresos!), el sentimiento de que tanto tiempo en un sitio te hace sentir parte de él… Y, por supuesto, O Choben. Disfruté colaborando con el periódico en su momento y he de confesar que el día que descubrí este blog, ¡¡¡casi muero de la envidia!!!
¿Cuáles fueron tus tres mejores profes y por qué, qué cualidades tenían?
Tengo buenos recuerdos de muchísimos profesores y asignaturas. Ahora me vienen a la mente: Don Felipe, Don José (sí, nosotros aún les llamábamos “dones”), Guillermo y el santoral francés, Quique, Concha y la literatura, Jesús Ezquerra y aquellos debates tan peculiares, Carlos Castellar con los equilibrios y masajes, Germán, Pilar Ferrer y las ecuaciones que no entendía nadie en 3º, Nieves Portas “tirando siempre del carro” del que no tirábamos nosotros,…
Quizás por estudiar Teleco, estos años he pensado mucho en las clases de Javier Lafalla (primer contacto con las ondas y el electromagnetismo); o Alberto Lalaguna que me dio las últimas matemáticas (primeras integrales de mi vida a las que han seguido cosas rarísimas) y despertó mi interés por el mundo de la telemática o la programación en la optativa de informática.
Y si recuerdo a alguien con cariño, es a Lola. Por muchísimas cosas. Pensé mil veces en pasarme por el instituto posteriormente y hacerle una visita pero, debido a mi estúpida vergüenza primero, y al paso del tiempo después, no lo he hecho. Aprovecho esta oportunidad para disculparme con ella.
¿Qué defectos tenían los peores?
Ha debido pasar mucho tiempo desde que estuve en el instituto y lo he debido olvidar, porque la verdad es que no recuerdo nada negativo en este momento :)
¿Cuáles fueron las anécdotas más surrealistas?
Una de las cosas más surrealistas fue cuando vino el jefe de estudios (Laborda) a gritarnos porque un compañero había lanzado un diccionario por la ventana del aula y le había dado a una señora que, bien se valió, iba con un paraguas que le protegió del golpe.
¿Qué hacéis y cómo os va fuera de aquí? ¿Os sentís bien preparados o estafados?
Yo sí que me sentí bien preparada cuando llegué a la universidad.
Al venir a otra comunidad autónoma (Universidad Pública de Navarra), noté pequeñas diferencias en matemáticas ya que para selectividad habían dado algunas cosas que para mí eran nuevas (supongo que yo en cambio di otras que ellos no sabían). Sin embargo, esto no supuso un problema en la mayoría de los casos. He encontrado las mismas dificultades en asignaturas de física que la gente que provenía de otros institutos, por el gran nivel de abstracción necesario para comprenderlas completamente. Puedo estar equivocada, pero creo que, en mi caso, las trabas que he tenido se deben a la dificultad intrínseca de la carrera y no a una mala preparación previa.
Además, me he sentido muy orgullosa cuando veía a mis compañeras de arquitectura pelearse con ejercicios de geometría que yo, gracias a lo que aprendí de diédrico, aún sabría hacer más o menos. O me gustaba ayudar a mi hermano menor a analizar las oraciones de lengua porque recordar algo que automaticé pero no utilizo actualmente me supone un reto y una manera de ejercitar la mente.
Los conocimientos del instituto sólo me sirvieron académicamente para los primeros dos años de carrera. Sin embargo, creo que son los años en los que nos formamos como personas y pienso que adquirimos una base de la cultura general que tendremos el resto de nuestras vidas. Todos hemos pasado por esas clases que te pueden parecer infumables, marinero. Pero yo, a veces, querría volver atrás y que me explicaran de nuevo cosas que, por mis intereses actuales, he dejado de lado como la genética, la geología, o algunos períodos de la historia. Así, que aprovechad la vida del instituto al máximo e intentad disfrutar de las clases, que seguramente os servirán para mucho en un futuro.
Comentarios del almirantazgo:
Germán Tomás:
Que sí, que tenéis mi permiso para publicar lo que queráis. Esto o cualquier otra cosa.
Germán
Miguel Ángel Laborda:
Hola piratas!
Por mi parte no tengo ningún problema en que se publique tal y como está la entrevista a Sara Pardo Fanlo. He pasado un buen rato leyéndola y me ha traído el recuerdo de una de tantas anécdotas, muchas de ellas surrealistas, como dice Sara, que yo ya había olvidado.
Muchas gracias por la labor que estáis haciendo y a seguir navegando.
Don José Gallego:
Permiso concedido. Es una satisfacción ver que todavía hay alumnos que nos recuerdan por "don"
Lola Lacambra:
Concedido. Publicadme este comentario por fa:
Sara, te escribo a tu correo en cuanto se termine la “gimcana-final de curso-almirantazgo” a partir del 30 de junio. Mientras tanto, mil besitos para ti. Me hace sentir muy orgullosa lo que dices de tus compas de arquitectura y el dibujo técnico. Tuve el placer de disfrutarte de alumna y el mal trago de tener que esforzarme para estar a tu altura ;-)
Jesús Ezquerra:
Claro que tenéis mi permiso. No era necesario que me lo pidierais.
Me traéis recuerdos muy gratos...
Un abrazo,
Jesús Ezquerra.
Que sí, que tenéis mi permiso para publicar lo que queráis. Esto o cualquier otra cosa.
Germán
Miguel Ángel Laborda:
Hola piratas!
Por mi parte no tengo ningún problema en que se publique tal y como está la entrevista a Sara Pardo Fanlo. He pasado un buen rato leyéndola y me ha traído el recuerdo de una de tantas anécdotas, muchas de ellas surrealistas, como dice Sara, que yo ya había olvidado.
Muchas gracias por la labor que estáis haciendo y a seguir navegando.
Don José Gallego:
Permiso concedido. Es una satisfacción ver que todavía hay alumnos que nos recuerdan por "don"
Lola Lacambra:
Concedido. Publicadme este comentario por fa:
Sara, te escribo a tu correo en cuanto se termine la “gimcana-final de curso-almirantazgo” a partir del 30 de junio. Mientras tanto, mil besitos para ti. Me hace sentir muy orgullosa lo que dices de tus compas de arquitectura y el dibujo técnico. Tuve el placer de disfrutarte de alumna y el mal trago de tener que esforzarme para estar a tu altura ;-)
Jesús Ezquerra:
Claro que tenéis mi permiso. No era necesario que me lo pidierais.
Me traéis recuerdos muy gratos...
Un abrazo,
Jesús Ezquerra.
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