miércoles, 20 de enero de 2010

Entrevista a Pablo Nivela


Hola "Marineros" veo que no habéis cazado muchos "exmarineros" así que os echaré una mano.

Ahora mismo hace cuatro años que empecé la carrera de Arquitectura Técnica en La Almunia de Doña Godina y espero sea al último ya.

Empecemos por la pregunta uno.

1. ¿Qué mejores recuerdos tienes del insti?
Yo no era un alumno ejemplar que digamos (todo lo contrario) pero a cualquiera que le preguntéis, seguramente estará de acuerdo conmigo, en que lo que más se echa de menos del instituto es que te conozcan y te traten por tu nombre. ¡SÍ! ¡Así como suena!

Os puede parecer absurdo, pero cuando se entra en la universidad (ya lo decía Concha Tovar) os convierten en un maldito número: yo dejé de ser Pablo Nivela y me convertí en el señor 565679 al que ningún profesor le importaba como me fuese la vida.

Eso en el instituto no os pasa, y es algo que tenéis que valorar, que un profesor cuando has sacado mala nota te diga "¿qué te ha pasado esta vez?", o simplemente "tienes que esforzarte un poco más, ¿eh?" Cualquier cosa, pero el que te traten como tú y no como uno del montón es lo que más he de resaltar.


2. ¿Cuáles fueron tus tres mejores profes y por qué, qué cualidades tenían?

Yo tenía especial trato con Javier Lafalla ya no sé ni si está (*NP: ¡Está!). Era su peor alumno (seguramente si le decís mi nombre le veáis una pequeña sonrisa en la boca, o tal vez ni se acuerde, da igual). Yo no paraba de dar mal, siempre diciendo tonterías y prácticamente sin dejarle dar la clase. Cualquier otro profesor me habría expulsado, pero esa gran persona (aunque no muy bueno explicando el M.A.S ) nunca me expulsó. Impresionante la paciencia que tuvo conmigo aquel hombre.

En general todos los profesores tenían algo bueno y es con lo que os tenéis que quedar. Lola Lacambra, su especial trato a los alumnos nuevos de primero, Concha Tovar aportaba mucha confianza. Los gritos e insultos de Alberto Lalaguna, la chulería de Germán Tomás (muy buen profesor), las clases agotadoras de Javier Anaya..., y así con todos.

*Nota pirata: fíjense los marineros las cualidades ensalzadas como POSITIVAS por este examarinero:
1. El trato especial a los grumetes
2. El saber generar confianza
3. Las advertencias, admoniciones, amonestaciones, reconvenciones cuando hacen falta y con el volumen alto
4. La ironía, el cinismo y la autoridad
5. El exhaustivo estudio de todos los contenidos


Al fin y al cabo, aunque todo parezca malo, con el tiempo se convierte en un buen recuerdo.


3.¿Qué defectos tenían los peores? De éstos no publicaremos nombres, no queremos provocar maremotos que alerten a las autoridades sobre nuestras actividades clandestinas... Lo sentimos.
Creo que con lo que he dicho antes está contestado. No sé, imagino que si me parase a pensar..., habría mucho qué decir pero creo que ya os estoy escribiendo una buena parrafada. Quizás como defectos, el grito a todo volumen de alguna almiranta cuando se cabreaba, el que alguno no se explicara bien, el marcar las distancias…


4. ¿Cuáles fueron las anécdotas más surrealistas?

¿Anécdotas? ¡Puffff…! Una vez fuimos con Quique Muñoz toda la clase a que nos pusiesen una inyección al ambulatorio…, total, que a la vuelta cuando se quiso dar cuenta, hicimos una escapada general toda la clase y no volvimos al insti.
Una vez le robamos un examen al señor Escarpa y llegamos toda la clase tarde por ver cómo era y nos pilló y nos suspendió. Sí, a todos menos a una empollona.
Otra vez en clase del mismo haciendo el idiota con un mechero casi pretamos fuego a los apuntes de una compañera.....

En fin, muchas cosas. Os podría contar más, pero son putadas que mejor no se sepan.



5.¿Qué hacéis y cómo os va fuera de aquí? ¿Os sentís bien preparados o estafados?

Pues como os he dicho estoy estudiando Arquitectura Técnica en La Almunia, me quedan cuatro asignaturas y el proyecto de fin de carrera en el que estoy trabajando ya. Estoy en una residencia donde ya soy de los que más viejos y qué deciros: quejarme de la comida y todas esas típicas cosas.

Me siento preparado porque me gusta lo que estoy estudiando, ya cuando estaba en el instituto en verano trabajaba en la obra y estoy muy integrado en mi campo. Mis profesores en la universidad no me han preparado muy bien, la verdad. Me he tenido que ir buscando la vida (cosa que os tocará) para saber realmente cómo funciona todo y bueno, como ya os he dicho mis veranos trabajando me han ayudado a sentirme bien preparado teórica y prácticamente.

Bueno ya dejo de daros la chapa, cualquier cosa que necesitéis ya sabéis.

P.D. si no os gusta la foto me pedís otra... ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja

¡Adeu!

Comentario de Alberto Lalaguna (matemáticas): Me ha gustado leer la entrevista de Pablo. No soy consciente de que "insulte" a los alumnos. Si lo hago, perdonadme, intentaré cambiar mi forma de hablar en lo sucesivo, aunque os aseguro que si alguien se siente ofendido, mi objetivo no es ese. Me gustarían más palabras como "ironías", "reconvenciones",... En cuanto a los gritos, SI, los "pego", pero con el objetivo de haceros reaccionar, y llevo años intentando no "pegarlos", pero esto será más difícil de erradicar.

Comentario de Lola Lacambra (dibujo): Ya lo sé, la genética me dio unos pulmones con los que puedo elevar el volumen a un nivel de decibelios que ofende a los tímpanos de un 15% de mi alumnado…, me lo dicen en sus evaluaciones a mi quehacer… También sé susurrar, cuchichear y hablar normal: lástima que así no consiga que el alumnado me preste atención enseguida y sobre todo, hagan lo que tienen que hacer al ritmo que a mí me gusta. Otros profesores lo consiguen, debo ser muy ineficaz…
Por otro lado, Pablo: bienvenido al mundo adulto, de ahora en adelante “a ganarse el pan con el sudor de la frente”, a aprender por tu cuenta, a no dejar de estudiar y adaptarte a los cambios para el resto de tu vida. En casa, el cole, el instituto y la universidad se os intenta dotar de una serie de herramientas, pocas y variadas, pero el trabajo es de cada uno. No te sientas estafado, la vida es así. ¡Un besito!

Comentario de Antonio Escarpa (dibujo):Después de leer la entrevista a Pablo Nivela, haceros simplemente una puntualización.
Cuando cuenta que me mangaron un examen de Dibujo y les suspendí a todos menos a una “empollona”, aclarar que, al margen de que probablemente lo fuera (terminó el curso con matrícula de honor y ahora estudia Arquitectura sacando buenas notas), esa alumna fue la única que no se enteró del robo porque tenía su móvil apagado, llegando puntual a hacer el examen.
Yo no suspendí a ningún alumno por conocer previamente el examen sino que se suspendieron ellos solitos; me explico: aunque no soy Sherlock Holmes, desde el primer momento me percaté de que algo raro pasaba, ya que sabía el número de fotocopias que había hecho y me faltaba una. Así que les seguí el rollo y, al darme cuenta de que no sabían ni por dónde coger los ejercicios, no tuve más que esperar a que el timbre diera por finalizado el examen, sin ofrecer, claro está, las ayuditas habituales con que todos los profes obsequiamos a nuestros alumnos para que crezca nuestra autoestima al ver a todos aprobados. Tampoco ellos me las pidieron; se respiraba un ambiente tenso. Si a eso le añadimos una corrección objetiva en vez de subjetiva (ayuditas de los profes posteriores a la finalización del examen, reflejadas en la puntuación al alza por la sintonía con el sufrimiento del alumnado en el examen y el superesfuerzo desarrollado durante la evaluación) el resultado es evidente: no aprobó nadie salvo, paradójicamente, la alumna que no sabía nada del mangoneo; por cierto, la mejor alumna de Dibujo que he tenido hasta el momento (era una caña y dibujaba mejor que yo).
En definitiva, tal y como está redactado, parece darse a entender que yo aprobé a esa alumna y suspendí al resto, cuando las notas del examen fueron las notas reales que sacaron cada uno de los alumnos. Si se cuenta así, la cosa tiene más gracia aún. Por cierto, Pablo Nivela ahora es un buen alumno de Arquitectura Técnica: está aprobando a curso por año y os puedo asegurar, ya que yo estudié lo mismo, que no es lo habitual en esa carrera, lo cual significa que cuando una persona madura, consigue lo que se propone.

Comentario Javier Anaya (Geografía e Historia): Por mi parte no hay problemas en que se publique la entrevista, sólo quiero hacer una advertencia a los alumnos que piensan que en la universidad no eres nadie. Esto es si la persona así lo quiere porque quien está interesado en ir a clase y llevar las materias al día deja de ser un número. Sé, porque me lo han dicho, lo he leído y es fácil de comprobar, que no asiste a las clases habitualmente ni el 50% de los alumnos. Cuando yo fui universitario veía que algunos compañeros se esforzaban por participar en actividades y seminarios y si entonces creía que eran unos pringaos ahora me parece que nos daban mil vueltas y sabían lo que hacían; al final lo que haces en la universidad es aprender una profesión y cuanto antes lo hagas mejor para todos, la sociedad sale beneficiada.
Buenas vacaciones a todos.

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