martes, 19 de enero de 2010

Entrevista a Cristina López Dumall



¿Qué mejores recuerdos tienes del insti?


Lo más importante son los amigos, porque convivir durante seis años viéndonos prácticamente todos los días es lo que más echo de menos. La verdad es que los primeros cursos los tengo un poco "borrosos" (tengo memoria de pez, qué se le va a hacer), aunque recuerdo lo fundamental. Siempre me acordaré de las jornadas que se organizaban cuando yo era de las pequeñas del instituto, los festivales de Navidad, especialmente el de segundo de la eso, que ganamos vestidos de camas, los viajes de estudios, los campeonatos de los recreos... aunque los mejores momentos eran los del día a día, en clase, en los recreos, en el camino a casa, etc.

¿Cuáles fueron tus tres mejores profes y por qué, qué cualidades tenían?

Supongo que si tuviera que destacar a tres, serían MªLuisa López, de latín y griego, por enseñarnos mucho más que una simple asignatura, Carmen Fanlo, que me dio lengua en 4º y 1º de bachiller, y además fue mi tutora, por ayudarme y animarme, y Nieves Portas, que fue mi tutora el último año, el más agobiante de todos, por tranquilizarnos y también estresarnos cuando hacía falta (vaya, parecen las nominaciones a los Oscar).

Las tres fueron mis profesoras en bachiller, y por eso las pongo las primeras, porque nos ayudaron en los dos cursos más complicados, pero también quiero mencionar a algunas profesoras de la eso, que también me "marcaron", por así decirlo, sobre todo Lourdes Gracia, Lola Lacambra y Concha Tovar, porque Sociales, Plástica y Teatro fueron las asignaturas más divertidas que he tenido. Además, gracias a las clases de Lourdes y Concha, decidí que quería estudiar periodismo. Bueno, ya paro, que voy a acabar por mencionar a todos los departamentos de "letras" (siempre odié las ciencias)

¿Qué defectos tenían los peores? De éstos no publicaremos nombres, no queremos provocar maremotos que alerten a las autoridades sobre nuestras actividades clandestinas... Lo sentimos.

Supongo que lo de siempre... no explicar, no prepararse las clases, etc. Pero lo que más me molestaba es que no te hicieran caso cuando les preguntabas algo.

¿Cuáles fueron las anécdotas más surrealistas?

Buff... hay muchísimas. Los viajes de estudios son una mina de oro. Recuerdo gente equivocándose de habitación, durmiéndose sentada en una silla y con los ojos abiertos (daba mucho miedo), gente paseándose por el hotel con una toalla, gafas de bucear y aletas de natación, gente huyendo del ataque de una araña asesina...

También recuerdo un día en un ensayo de teatro a un compañero persiguiéndonos con un crucifijo que se había encontrado por ahí, peleas de bolas de nieve atrincherándonos en la prefabricada, el examen que hicimos con abrigo, guantes y bufanda porque se había estropeado la calefacción, Nacho tirándonos a la piscina en natación, estar dando clase en "el chalet" y oír pasos por el techo... seis años dan para mucho. Por cierto, ¿es cosa mía, o la prefabricada ha cambiado de color?

Ah, y un consejo, sobre todo para los de segundo de bachiller: a selectividad, llevaros toda la documentación que podáis, y fotocopias de todo. Yo perdí el DNI, y si no fuera por Javier Lafalla, no se qué habría pasado...

¿Qué hacéis y cómo os va fuera de aquí? ¿Os sentís bien preparados o estafados?

Estoy estudiando periodismo en Zaragoza. La verdad es que estoy muy contenta, la gente es muy maja (y si alguien no lo es, con no ir con él o ella...). Eso es lo bueno de la universidad, aparte de estudiar lo que verdaderamente te gusta: conoces gente de todas partes y haces amigos casi sin proponértelo. Ahora tengo amigos de Santander, Castellón, Toledo, Teruel, Pamplona, Logroño, San Sebastían... Este verano va a ser divertido, porque pienso pasar una semana en casa de cada uno (si me dejan, que supongo que sí)

Cristina en Florencia

No hay comentarios:

Publicar un comentario